
En torno al 70-80% de las personas presentan formas diferentes de piel con impurezas y piel propensa al acné. En algunas formas de acné leve a moderado, los afectados no buscan medicación para tratar sus síntomas. No obstante, es recomendable consultar con un dermatólogo incluso en presencia de síntomas iniciales o leves, dado que la intervención médica puede contribuir a evitar el empeoramiento ulterior y consecuencias como la retracción cicatricial.
Los tratamientos no médicos, dermocosméticos, como limpiadores, tónicos, exfoliantes, hidratantes y cobertores, son vendidos por farmacéuticos sin necesidad de prescripción. Estas medidas limpian, aclaran y cuidan la piel con impurezas y propensa al acné. Los afectados también pueden hacer algunos cambios en su estilo de vida para controlar los brotes y minimizar los síntomas.