Dermatitis atópica en el cuerpo de los niños

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Identificar y tratar los síntomas

La dermatitis atópica es una enfermedad endémica, extremadamente común pero no contagiosa, que afecta hasta el 10-20% de los niños de todo el mundo y al 2-5% de los adultos. Se trata de un trastorno crónico, lo que significa que los síntomas pueden ser prolongados en el tiempo, aunque los bebés y los niños pueden liberarse de los síntomas al ir creciendo. Lo habitual es que los afectados sufran dos fases de la enfermedad: una fase  no activa ("interbrote") y una fase más aguda activa ("brote"). En ambas fases un buen cuidado de la piel puede ser de utilidad para aliviar los síntomas.

Signos Y Síntomas

¿QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?

La dermatitis atópica es una enfermedad dermatológica muy común que afecta a adultos, a niños y a bebés, en pieles de todas las razas del mundo. Los niños son los más propensos a sufrir la enfermedad, dándose la circunstancia de que el 90% de los afectados comenzaron a sufrir dermatitis atópica antes de cumplir los cinco años y que muchos niños se liberan de la enfermedad con el crecimiento. Raras veces comienza en la edad adulta.

1. La función barrera alterada facilita la invasión de microorganismos. 2. Activación de las células inmunes, inflamación 3. Picor
La piel afectada por la dermatitis atópica en los niños tiende a mostrar zonas engrosadas y endurecidas.

Los síntomas se presentan en el cuero cabelludo, en la cara y en el cuerpo, aunque la apariencia y las áreas afectadas difieren según se trate de bebés, niños y adultos:

  • Los bebés pueden presentar síntomas con tan solo 2-3 meses de edad. Suele aparecer repentinamente una erupción que deja la piel seca, desescamada y con picores. En los brotes, la piel infectada puede supurar. Lo más común es que los bebés presenten los síntomas de la dermatitis atópica en la cara, sobre todo en las mejillas - y el cuero cabelludo, en las rodillas y en los codos. Es muy raro que los bebés sufran dermatitis atópica en el área del pañal. Aunque la dermatitis del pañal puede tener un aspecto similar, es una zona demasiado húmeda como para que aparezca una dermatitis atópica.
  • Los niños que comienzan a sufrir la enfermedad con más años (entre los dos años y la adolescencia) suelen presentar al principio una erupción en el cuerpo con zonas descamadas y con picor. La piel tiende a engrosarse y mostrar zonas abultadas y endurecidas. Las zonas comunes que están afectadas son los pliegues de los codos y de las rodillas, el cuello, las muñecas, los tobillos, y las flexuras que se forman entre las nalgas y las piernas. Los niños de raza blanca suelen presentar síntomas en las flexuras de las articulaciones (codos, muñecas, pantorrillas y parte delantera de los tobillos). En cambio los niños negros y los asiáticos tienden a presentar afectado el lado opuesto de la articulación, como la punta del codo o la parte delantera de las rodillas.
  • La dermatitis atópica en el adulto se caracteriza por una piel descamada y muy seca, con picor continuo en la cara y el cuerpo.
Los peluches de juguete (preferiblemente de algodón) pueden distraer a su niño y evitar que se rasque intensamente.

La dermatitis atópica suele tener dos "fases". Durante la fase inactiva (o "interbrote"), la piel está muy seca, irritable y desescamada y debe hidratarse diariamente. Las fases activas (o de "brote") son más agudas, por lo que deben tratarse con medicación tópica para calmar la piel inflamada y aliviar el picor.

La enfermedad causa muchas molestias, no sólo para los niños afectados sino también para sus padres ya que es muy difícil conseguir que los niños dejen de rascarse. Los niños - los bebés y los lactantes en particular - a veces se frotan el cuerpo contra las ropas de la cama, las alfombras u otras superficies con el fin de mitigar el picor, lo que puede acabar produciendo un infección de la piel. Esto puede acabar causando dificultades para dormir, lo que se traduce en mayor tensión para los padres.

Por lo tanto, un tratamiento efectivo y un buen cuidado de la piel pueden aliviar mucho las molestias.

 

¿Cómo sé si mi hijo presenta un brote agudo en el cuerpo?

Su hijo podría tener un brote agudo si…

Sufre picor de moderado a intenso.

Tiene la piel inflamada o con dolor.

La piel supura o incluso sangra.

Su hijo podría no tener ningún brote si…

La aplicación de una crema hidratante alivia sus síntomas.

Consigue controlar los síntomas sin rascarse.

Tiene la piel intacta y sólo con algo de descamación.

 

Si tiene dudas sobre los síntomas que presenta su hijo, consulte con el dermatólogo o  pediatra.

Más información sobre la  piel infantil.

Causas Y Desencadenantes

Posibles causas y factores desencadenantes de la dermatitis atópica en la piel del niño

Los dermatólogos han identificado varios factores causales y coadyuvantes, como por ejemplo:

El factor hereditario es crucial - Si uno de los padres o los dos padecen dermatitis atópica aumenta la probabilidad de que los niños sufran la enfermedad.
Los niños, que viven en las zonas urbanas con una contaminación mayor, tienen mayores probabilidades de sufrir dermatitis atópica.

  • Relación con la fiebre del heno y con el asma. Hay pruebas que indican que la dermatitis atópica está vinculada a la fiebre del heno y al asma. La denominada "marcha atópica" suele comenzar en la infancia con la dermatitis atópica y posteriormente, durante la adolescencia y la edad adulta, aparece la fiebre del heno y el asma.
  • Vínculos genéticos. Si uno o más miembros de la familia presenta dermatitis atópica, puede que sus hijos tengan probabilidades de sufrir estas tres enfermedades atópicas.
  • Entorno. Los niños de los países desarrollados, los que viven en zonas urbanas donde la intensidad de la contaminación es más elevada y los que viven en climas fríos, tienen mayor probabilidad de sufrir dermatitis atópica. En un estudio se observó que los niños jamaicanos que vivían en Londres tenían el doble de probabilidad de acabar sufriendo una dermatitis atópica que los que vivían en Jamaica.
  • Género. Las mujeres tienen una probabilidad ligeramente mayor que los varones de contraer la enfermedad.
  • Edad de la madre en el momento de dar a luz. Existen algunas pruebas en el sentido de que los niños nacidos de madres de mayor edad tienen una mayor propensión a sufrir dermatitis atópica.

Se sabe que los afectados presentan una deficiencia en los factores naturales de hidratación de la piel (como la urea y los aminoácidos) y una alteración en el metabolismo de los lípidos epidémicos. Esto explica por qué su piel tiende a ser más seca y la función barrera está alterada.

A menudo aparecen brotes durante el ciclo de la piel atópica (véase la ilustración). Se trata de un círculo de causa y efecto que comienza cuando el niño se rasca debido al picor y altera la ya frágil barrera dérmica. Las capas que han quedado expuestas pueden convertirse en un terreno ideal para que crezca una bacteria denominada Staphylococcus Aureus. Se multiplican e infectan la piel. La infección causa inflamación, que a su vez causa picor y el ciclo comienza de nuevo.

Los tratamientos dermatológicos sirven para romper el ciclo de la piel atópica.


Factores Coadyuvantes

otros factores coadyuvantes

Los factores desencadenantes varían de una persona a otra, por lo cual puede resultar de utilidad llevar un diario escrito donde se sometan a monitorización los factores externos y su influencia sobre los problemas que presenta la piel del niño. Estos factores pueden ser:

Algunos alimentos, como los frutos secos, pueden desencadenar los síntomas de la dermatitis atópica.

  • Prendas de ropa que entran en contacto con su piel, como el nylon (que puede provocar sudoración) y la lana (que actúa agravando los síntomas).
  • Alimentos y bebidas. Algunos ejemplos comunes y habituales son los productos lácteos, los frutos secos y los mariscos. Es importante que consulte a su médico antes de eliminar estos alimentos de la dieta del niño para garantizar que no se prescinde de ningún elemento importante en la nutrición.
  • Alergias al pelo de los animales domésticos, al pólen o a los ácaros domésticos.
  • Estrés psicológico.
  • Detergentes, en particular los biológicos. 
  • Tabaquismo pasivo.
  • La falta de sueño y el estrés (efectos secundarios de la enfermedad) pueden empeorar los síntomas.

Más información sobre los factores que pueden tener influencia en la piel.

Soluciones

Tratamiento de los síntomas que provoca la dermatitis atópica en la piel del niño

Aplicar hidratantes todos los días puede aliviar la sequedad de la piel, la irritación y el picor reduciéndose así el estrés emocional para los niños y para los padres, con lo que mejora la calidad de vida.

Aunque no existe "cura" para la dermatitis atópica, todos los tratamientos farmacológicos recomiendan que se apliquen hidratantes de manera homogénea para aliviar la sequedad de la piel, la irritación y el picor y para reducir el estrés emocional tanto del niño como de los padres.

Durante el interbrote resulta de vital importancia seguir una rutina diaria de cuidado de la piel, donde se utilicen emolientes.

Emolientes

Los emolientes -que también se denominan hidratantes- son las cremas, lociones y cremas para la cara, que se pueden utilizar junto con los aceites de ducha para mantener la hidratación de la piel. Una piel suave sufre menos picor y por lo tanto es menos propensa a rascarse y sufrir irritación.

Los ingredientes clave de las fórmulas de los emolientes suelen ser:

  • Ácidos grasos omega 6. Aceite de onagra  y aceite de semilla de uva  que suavizan y nutren la piel enferma y reponen su natural barrera protectora.
  • El licocalcón A. Derivado de la raíz de la regaliz, se trata de un antioxidante y antiinflamatorio poderoso de origen natural que resulta eficaz para reducir el enrojecimiento y calmar la inflamación.

Tratamientos dermatológicos

Cuando se producen los brotes es importante complementar los emolientes con los medicamentos que recete el médico. Estas cremas tópicas suelen contener corticoides

Los corticoides son medicamentos muy efectivos y de rápida acción que alivian el picor provocado por los brotes de manera casi instantánea. Sin embargo, su aplicación debe limitarse a lo que indique específicamente el médico.

Más consejos para los padres de niños que presentan dermatitis atópica en el cuerpo

El agua del baño de su bebé debe estar templada, pero nunca caliente.
Se recomienda mantener cortas las uñas de los niños para evitar que se provoquen heridas por rascado.

  • Bañe el niño con agua templada, pero no caliente.
  • Límite el tiempo de baño a unos 5 -10 minutos.
  • No haga un baño de burbujas.
  • Para los bebés de tres y más meses de edad utilice Eucerin AtopiControl Oleogel de baño.
  • Seque la piel mediante una toalla sin frotar; a continuación aplique directamente la crema emoliente.
  • Aplique el emoliente al menos dos veces al día.
  • Mantenga cortas las uñas del niño para que no pueda rascarse y herirse la piel.
  • Ponga guantes de algodón al niño por la noche para evitar que se rasque al dormir.
  • Mantenga fresca la temperatura de la habitación y baja la humedad ambiental.
  • Puede ser buena idea dar al niño un peluche o muñeco para que lo rasque, así puede reducir su necesidad de rascar su propia piel.